Es imposible llegar a estas fechas sin verse atraído por el poder de atracción de los villancicos. Se convierten en esas típicas canciones que no nos podemos quitar de la cabeza. «Ande, ande, ande…», «Pero mira como beben…», «En el portal de Belén han entrado los ladrones…»… ¡Son como el fiso!
En cualquier caso, cómo ya sabemos, «si no puedes con el enemigo, únete a él». Así que por eso quiero compartir con vosotros un arreglo orquestal que hice hace unos años de uno de mis villancicos favoritos, «Noche de Paz» o «Silent Night».
¡Feliz Navidad!